Hace una semana escribí el Corte de Caja con el título El arma secreta de Peña Nieto , refiriéndome a sus dos hijas mayores. Qué les puedo decir. No podía imaginar que el precandidato priista es de esos que con su impericia acaban disparándose en un pie . Más sorprendido quedé al percatarme de que la hija en cuestión era Paulina y no Sofía, en la cual había depositado mi fe para ejecutar un escándalo tipo Paris Hilton gracias a sus dotes histriónicos. Bien dicen que caras vemos, fobias a la ‘prole’ no sabemos. Y es que esta niña tan modosita resultó una bomba , pero nuclear. Le bastó apretar un botón, el de ‘retweet’, para aniquilar en segundos la muralla creada por su papá con la cual evitó que no se hablara más que de una familia feliz, bonita y fotogénica durante los últimos dos años. No digo que todo mundo lo creyera, pero a muchos les dio un pretexto perfecto y pues, a quién le dan pan que lloré. Lo peor es eso, que teniendo una portería sin portero