“Es algo que hace seis cosas mejor que el smartphone y que el ordenador portátil”. Así presentó Steve Jobs en enero de 2010 el iPad. “Navegar, enviar correos, distribuir fotos, oír música, ver películas y leer libros”. Cuatro meses después, el 28 de mayo, el iPad llegó a España. Desde entonces muchas cosas han cambiado. El netbook, “lento y malo”, como pronosticó Jobs, ha desaparecido; los portátiles también han caído en ventas, los e-books languidecen, la industria del juego pierde pistón. Pero también aquel exclusivo iPad fue rápidamente replicado con cientos de modelos de decenas de marcas y precios. De aquellos 599 euros que costaba la única y exclusiva tableta del momento (hoy, 499) se ha llegado a tabletas de menos de 60 euros, obviamente no con las mismas características técnicas ni con el mismo tamaño de tableta (en 2010 la pantalla tipo era de 9,7 pulgadas y hoy la mayoría gira en torno a las 8), pero habla de un impacto popular que ha superado al que tuvo en