¿PARA TI QUÉ ES LA MUERTE?
Teniendo en cuenta que en esta sección iré desarrollando artículos acerca del tema de la relación mente-cerebro y el tema de la inmortalidad personal, creo que es interesante definir en primer lugar qué entendemos por muerte. A simple vista puede parecer trivial, pero no lo es cuando eres el responsable de certificar una muerte y asumir la responsabilidad del diagnóstico y sus posibles causas o de que se dispongan de los órganos del cadáver para transplantes.
Para las explicaciones me voy a basar en libros de referencia médicos:
-Medicina Interna. Tomo I y II . Farreras y Rozaman. Harcourt. Edición 14º (2000).
-Medicina Forense. Keith Simpson. Espaxs. 1981
La muerte es un proceso evolutivo, no instantáneo, que se inicia cuando los diferentes órganos cesan su función en forma progresiva y acaba cuando la actividad de todas las células del cuerpo se detienen irreversiblemente. Por supuesto, la muerte puede ser instantánea (o casi )cuando la causa es brutal como ser víctima de una explosión fuertísima, accidentes aéreos o similares. Estamos hablando del proceso habitual de muerte.
Sabemos que la pérdida completa e irreversible de función del tronco y hemisferios cerebrales produce el cese de la función cardiorrespiratoria y una incapacidad para mantener la homeostasis corporal. Esta situación se define como muerte encefálica y se considera diagnóstico de muerte legal en muchos países.
Según la legislación española, para derminar la muerte debe existir:
-Una causa clara del daño cerebral.
-Han de excluirse agentes físicos (hipotermia) o químicos (neurodepresores o bloqueantes musculares) que la puedan simular.
-Demostración CLÍNICA de ausencia de ausencia de toda actividad neurológica espontánea y refleja de todo el encéfalo, realizada por tres médicos con experiencia neurológica.
-Se confirma con pruebas instrumentales como un electroencefalograma sin actividad eléctrica cerebral, ausencia de potenciales evocados en tronco cerebral, o al confirmación del cese de la circulación cerebral por ecografía Doppler transcraneal, angiografía vascular cerebral o con radioisótopos. hay que saber que sólo el electroencefalograma plano NO es criterio diagnóstico de muerte cerebral porque porque se han dado casos de intoxicación por hipnóticos y sedantes o de hipotermia en los que se han revertido el cuadro, a pesar de presentar varios EEG planos.
Esto criterios que expongo son fundamentalmente hospitalarios y son los que se tienen en cuenta en casos en los que se considera al sujeto posible donante de órganos. En la práctica habitual lo más importante es la clínica y conocer las causas que provocan la muerte.
La ausencia de funciones cerebrales se juzga por falta de movimientos espontáneos o de respuesta motora o verbal a estímulos visuales, auditivos o cutáneos.
La prueba clínica más básica es la falta de tonos cardíacos durante cinco minutos. Tras ese tiempo sabemos que los centros cardíacos y respiratorios ya no van a revertir. Por supuesto, siempre teniendo en cuenta el contexto en el que se ha producido la muerte para tener en cuenta las rarísimas excepciones producidas por sedantes, bloqueantes musculares o hipotermia y electrocución. Por supuesto, como he comentado antes, se suma la exploración neurológica. En casos sospechosos en los que se puedan sospechar circunstancias crimianles el médico debe ponerse en contacto con el médico forense.
Aclarar que a veces se usa el término de muerte clínica o clínicamente muerto. Esta sería la situación de parada cardiorrespiratoria y que potencialmente es reversible. Es por esto que tiene sentido el aprender maniobras de reanimación cardiopulmonar. En condiciones normales, las lesiones cerebrales son cada vez más importantes, de forma que la reversión del cuadro de parada es de un 50 % a los 5 minutos y disminuye prácticamente a cero a los 8 ó 10 minutos. Las únicas excepciones a esto con paradas recuperadas hasta más de una hora después ha sido las paradas por inmersión asociadas a hipotermia.
A veces el diagnóstico de muerte es más fácil porque puede haber pasado el tiempo suficiente que haya permitido que se manifiesten las fenómenos habituales que siguen a la muerte en las horas y días siguientes. Estos fenómenos pueden variar según la humedad y temperatura ambiental o si se ha producido en tierra o en inmersión.
Las principales alteraciones que se producen después de la muerte son: el espasmo cadavérico, el enfriamiento, la lividez, el rigos mortis, descomposición-putrefacción y momificación.
No es necesario profundizar más en estos temas en esta web. Sólo expongo el tema como introducción para situarnos en el contexto del tema de esta sección.
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