En marzo de 2006 Andrew Fashion tenía una casa de campo en Littleton ( Colorado , EEUU), cuatro coches de lujo , novia y tres compañías de internet que le reportaban unos beneficios mensuales de cerca de 100.000 dólares. Con apenas 21 años había conseguido amasar una fortuna de 2,5 millones de dólares "programando como un loco cada segundo del día y bebiendo decenas de latas de refresco diarias". ¿El sueño americano? Sí, pero en este caso pronto se convertiría en pesadilla. El emprendedor de internet cuenta en su blog cómo en sólo doce meses pasó de ser un prometedor y acaudalado empresario on line a un joven arruinado, sin estudios y sin novia. Fashion dejó la universidad para centrarse en su negocio: las clases no tenían hueco en una vida marcada por el trabajo, las fiestas, los viajes y el lujo. Andrew Fashion, en una foto colgada en su página de Facebook. Una espiral destructiva Esta 'vida loca' hizo que Andrew descuidara sus