En marzo de 2006 Andrew Fashion tenía una casa de campo en Littleton (Colorado, EEUU), cuatrocoches de lujo, novia y tres compañías de internet que le reportaban unos beneficios mensuales de cerca de 100.000 dólares. Con apenas 21 años había conseguido amasar una fortuna de 2,5 millones de dólares "programando como un loco cada segundo del día y bebiendo decenas de latas de refresco diarias".
¿El sueño americano? Sí, pero en este caso pronto se convertiría en pesadilla. El emprendedor de internet cuenta en su blog cómo en sólo doce meses pasó de ser un prometedor y acaudalado empresario on line a un joven arruinado, sin estudios y sin novia. Fashion dejó la universidad para centrarse en su negocio: las clases no tenían hueco en una vida marcada por el trabajo, las fiestas, los viajes y el lujo.
Una espiral destructiva
Esta 'vida loca' hizo que Andrew descuidara sus finanzas y el futuro de su proyecto. Un día su web dejó de estar en las primeras páginas de las búsquedas de Google y ahí comenzaron los problemas. Además, se dispararon los gastos.
"Compré siete coches, algunos de ellos para amigos. Me aficioné al póker y gasté el dinero en apuestas, clubes de striptease y viajes. Era joven y estúpido", admite Fashion en su bitácora personal, en la que cuenta su historia con la esperanza de que otros jóvenes no comentan sus mismos errores.
Los ingresos cayeron drásticamente hasta el punto de que finalmente en 2008 vendió la última de sus empresas por 75.000 dólares. Desde entonces, su ritmo de vida se ha relajado mucho. Ha vuelto a su casa en Littleton y trabaja como fotógrafo en su propia compañía, Fashion 'N' Glamour Studios, mientras prepara el lanzamiento su próximo proyecto en internet: una red social de modelos, BeModel.com.
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