Pese al auge de las redes sociales y de los servicios de mensajería instantánea, el correo electrónico sigue constituyendo la herramienta más esencial para la comunicación y el intercambio de información. Para obtener una cuenta gratuita, basta con rellenar un formulario, pero ¿cuál?
Al contratar la conexión a la Red con nuestro ISP, en la inmensa mayoría de los casos, en el paquete se incluyen una serie de cuentas de correo asociadas que podemos definir y personalizar a nuestro antojo. Si nos decantamos por utilizarlas como predeterminadas, contaremos con diversas ventajas.
Por una parte, dado que nos las facilita nuestro propio proveedor de Internet, las velocidades de transferencia serán sustancialmente altas. Tratándose de servicios que se engloban en un paquete de pago, además, las cuotas de disco acostumbran a ser más que suficientes para que podamos mantener gran cantidad de correo en nuestra cuenta. Por supuesto, disfrutaremos de asistencia. No obstante, cabe tener siempre presente un inconveniente insoslayable y muy disuasorio: ¿qué sucede si más adelante decidimos poner nuestra línea en manos de otro ISP?
Casi todos los servicios puestos a prueba nos brindan la opción de personalizarlos mediante temas. Es el caso de AOL Mail, que incluso efectúa sugerencias en fechas señaladas
Independizándonos de nuestro proveedor
Efectivamente, en buena parte de las ocasiones, perderemos el acceso a las cuentas de correo asociadas. Una vez el nuevo ISP nos facilite nuestras direcciones de e-mail, tendremos que configurarlas e informar de ello a todos nuestros antiguos contactos, lo cual puede resultar un verdadero incordio y dar lugar a un sinfín de problemas si cambiamos de proveedor con cierta regularidad aprovechando las ofertas que constantemente surgen en este ámbito.
Al dar de alta una cuenta en FastMail, podremos seleccionar entre diversos dominios
La alternativa no es otra que seguir abonándole el servicio de e-mail a nuestro antiguo ISP, además de pagar por la nueva conexión de ADSL. Una opción poco justificable si tenemos en cuenta que existe un amplísimo abanico de proveedores gracias a los cuales podemos obtener cuentas gratuitas. Nos bastará con dar de alta una de ellas a través del correspondienteformulario on-line para disfrutar de servicios equivalentes con total independencia de nuestro proveedor de Internet.
Desde la web o desde tu cliente preferido
Durante buena parte de los años 90 lo habitual era utilizar un cliente de correo mientras que elwebmail se ofertaba prácticamente como un servicio de emergencia que nos permitía enviar y recibir e-mails en situaciones excepcionales. Frente a ello, nuestros hábitos han ido cambiando hasta dar como resultado el panorama que hoy se nos plantea.
Efectivamente, la evolución del lenguaje HTML y el advenimiento de la Web 2.0, en la que ya no es necesario refrescar las páginas para que los cambios operados en los servicios se reflejen en ellas en tiempo real, han transformado las rudimentarias plantillas de antaño en potentes interfaces igualmente accesibles desde el navegador y equiparables a los clientes de correo que instalamos en nuestras unidades de disco.
No es pues de extrañar que un porcentaje muy elevado de usuarios haya ido decantándose por prescindir de Microsoft Outlook, Eudora y de las demás aplicaciones que se ofrecen para la descarga y gestión para delegar esta función en el propio navegador.
Por insólito que parezca, a la hora de dar de alta una cuenta Premium, la página de Hotmail nos solicita el número de tarjeta de crédito sin siquiera informarnos acerca del precio
A raíz de este fenómeno, resulta también sencillo comprender por qué la descarga de correo a través de los protocolos POP e IMAP, que en el pasado buena parte de los servicios ofrecían únicamente en régimen Premium, se haya democratizado hasta el punto de que hoy se incluye gratuitamente en la mayoría de los servicios. En realidad, descargar correo y borrarlo del servidor a través de la configuración POP3 de nuestro cliente puede convertirse más en un inconveniente que en una ventaja, pues si en el futuro precisamos efectuar consultas, no nos quedará otro remedio que situarnos frente a nuestro equipo.
Como veis, es un requisito nada deseable en estos tiempos en los que el alojamiento en la Nube se ha convertido en nuestro mejor aliado. La comunicación bidireccional que nos brindaIMAP y que nos permite trabajar desde ambos frentes, sin embargo, constituye una opción muy a tener en cuenta. De ahí que, a la hora de llevar a cabo una selección de servicios, nos hayamos decantado mayoritariamente por aquellos que implementan esta característica.
Hegemonía de tres grandes
Cuando analizamos los servicios que se ofrecen gratuitamente en la Red, resulta imposible obviar al terceto de titanes integrado por Google, Microsoft y Yahoo!, y el ámbito que nos ocupa no es una excepción. Si atendemos a las cifras que estas mismas compañías proporcionan,Windows Live Hotmail tenía a finales de 2010 nada más y nada menos que 355 millones de cuentas activas, una cifra que, según otras fuentes, podría estar rozando ya los 370 millones.Gmail, por su parte, parece andarle a la zaga con aproximadamente 360 millones de cuentas. En tercer lugar, se situaría Yahoo!, que presume de tener 302 millones de usuarios.
Si prescindimos del dato de quién aventaja a quién, irrelevante para nosotros los usuarios, el hecho es que, entre los tres servicios, suman más de mil millones de cuentas, lo cual deja constancia de su preeminencia en el campo que nos ocupa y de hasta qué punto los usuarios prefieren prescindir de utilizar los buzones que les facilitan sus ISPs.
Cuando manejamos gran cantidad de correo, configurar filtros para que este se clasifique automáticamente resulta esencial
No obstante, como se verá a lo largo del presente informe, existen otras alternativas igualmente válidas y capaces de competir de tú a tú con los servicios más consagrados, especialmente si tenemos en cuenta que clientes como Mozilla Thunderbird acertarán a determinar casi siempre los parámetros de configuración de IMAP y POP aunque trabajemos con servicios cuya difusión resulta relativamente limitada.
Funciones y características
Basta con echar un vistazo rápido a la tabla de nuestra comparativa para extraer una primera conclusión: los diversos servicios han ido implementando nuevas características hasta quedar, en muchos sentidos, equiparados.
Hoy, prácticamente todos ellos ofrecen las herramientas más esenciales que precisamos para administrar nuestro correo: filtros mediante los cuales podemos programar la clasificación automática de los mensajes; libretas de direcciones que nos permitirán gestionar nuestros contactos; automatizaciones para la respuesta automática cuando nos marchamos de vacaciones; etcétera. Solo Terra Mail queda algo atrás en alguno de estos aspectos.
Si posees cuentas en Gmail, Hotmail o Yahoo! Mail, GMX te brinda la opción de unificarlas en una sola dirección de correo
La otra faceta que resulta determinante a la hora de llevar a cabo una elección, en especial si no deseamos delegar la descarga en un cliente, es el espacio de hospedaje. En este sentido, al margen de Terra Mail y FastMail, los servicios escogidos son capaces de alojar un mínimo de 5 gigabytes, que, en ocasiones, se extiende hasta el infinito, lo que representa una cuota en el disco remoto lo suficientemente amplia como para complacer a la mayoría de usuarios.
Así pues, si las cuentas implementan todas las herramientas indispensables, si ofrecen un espacio de alojamiento lo suficientemente grande y podemos acceder a ellas sin importar el ISP que tengamos contratado, ¿cuáles son las desventajas?
La incertidumbre siempre presente
Desafortunadamente, siempre las hay, y aquellos que llevamos teniendo acceso a Internet desde mediados de los 90 estamos familiarizados con las más comunes. La primera, la posibilidad de que los términos del servicio se modifiquen de un día para otro y nos obliguen a migrar a otro servicio o bien a optar por una cuenta de pago.
Yahoo!, sin ir más lejos, rescindió el acceso a los buzones a través del protocolo POP, que antes resultaba viable en las cuentas gratuitas, y lo mismo hizo Softhome, otro servicio veterano que hoy ha quedado relegado al olvido. Más funesto todavía resulta que el servicio que nos proporcionaba correo se vea obligado a cerrar, cancelando nuestra cuenta.
Buena parte de las cuentas a las que aquí pasamos repaso se integran con otros servicios igualmente reseñables. Es el caso de Zoho y sus aplicaciones de ofimática en la Nube
En conclusión, si bien un proveedor de e-mail gratuito nos garantiza independencia de nuestro ISP y, a priori, una mayor continuidad en el servicio, la máxima que afirma que nada es para siempre aconseja que respaldemos nuestros buzones con cierta regularidad para evitar sorpresas desagradables. Una vez más, contar con la posibilidad de descargarlos a través de uno de los dos protocolos estándar resulta fundamental.
Gestión del correo empleando Mozilla Thunderbird
Introducir los parámetros de configuración de la cuenta de correo en la aplicación cliente resulta muy sencillo para aquellos que están habituados a hacerlo; pero, para los usuarios más inexpertos, puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza.
Determinados clientes de correo nos permiten seleccionar proveedores como Hotmail o Gmailen la propia fase de configuración, ahorrándonos la labor de introducir los datos manualmente. No obstante, algunos programas de última generación van más allá. Es el caso de las versiones más recientes de Mozilla Thunderbird, el cliente desarrollado por los artífices de Firefox.
Cuando agreguemos nuevas direcciones, en un primer momento, la aplicación se limitará a solicitarnos nuestra dirección de correo y nuestra contraseña. Una vez las hayamos tecleado, efectuará diversas pruebas de conexión con el servidor utilizando los parámetros más frecuentes. Dado que la gran mayoría de servicios se limitan a agregar el prefijo SMTP seguido de un punto para el correo saliente y a añadir IMAP, POP o POP3 para el entrante, en buena parte de las ocasiones podremos completar el proceso sin tan siquiera tener que introducir el resto de detalles.
En el improbable caso de que la configuración automática no funcionara, no nos quedará otro remedio que pulsar el botón de Configuración manual y consultar la documentación del servicio para rellenar los campos.
Personalización del navegador para un mejor acceso al webmail
La gran mayoría de los servicios analizados se financian mostrando publicidad en sus páginas del webmail. Por fortuna, podemos silenciarla parcial o totalmente agregando a nuestros navegadores las extensiones pertinentes, de ahí que no hayamos hecho hincapié en este aspecto a la hora de realizar nuestro análisis.
En este sentido, Adblock Plus, disponible tanto para Firefox como para Chrome, acostumbra a realizar una excelente labor. No está de más complementarlo con herramientas específicas para el servicio o los servicios de webmail que utilicemos habitualmente. Si bien poco a poco el navegador de Google va ofreciendo más y más extensiones y estas van ganando en eficacia, lo cierto es que en el momento presente la aplicación de Mozilla sigue detentando una supremacía clara en este ámbito.
Webmail Ad Blocker, por ejemplo, bloquea los anuncios brindándonos más espacio de trabajo útil. Por otra parte, las alertas sonoras que nos brindan de manera nativa AOL Mail y otros servicios, pueden hacerse extensivas a Gmail, Yahoo Mail! y Hotmail utilizando WebMail Notifier.
En definitiva, si echamos en falta algún detalle o si sencillamente deseamos pasar revista a las funcionalidades extra de las que podemos dotar a Firefox para gestionar nuestro correo, posiblemente efectuando búsquedas relacionadas en la página de complementos del navegador nos llevemos más de una sorpresa agradable.
Conoce las pruebas realizadas por PCA Labs
A la hora de poner a prueba los diversos servicios, hemos creado cuentas en todos ellos y hemos cruzado mensajes de texto simple y composiciones en HTML, además de redireccionar e-mail y archivos adjuntos de diversos tamaños. También hemos configurado al menos uno de los dos protocolos de descarga que ofrecía el proveedor en Mozilla Thunderbird. Dado que en la mayoría de casos se trata de páginas reputadas, nadie se sorprenderá si aquí certificamos que todas las operaciones se han llevado a cabo con éxito.
Lo cierto es que evaluar un servicio de correo electrónico plantea un reto insoslayable: puesto que buena parte de los usuarios hacemos uso de esta tecnología de manera constante, el único modo de verificar si un servicio resulta fiable y su servidor se mantiene activo durante 24 horas al día, 365 días al año, es utilizarlo constantemente, algo que resulta virtualmente imposible.
En este sentido, solo podemos dar fe del buen funcionamiento sostenido de los servicios que tanto nosotros como nuestros colaboradores llevamos años utilizando: Gmail y Hotmail. El acceso a Yahoo! sí nos ha planteado problemas en algún momento puntual. No obstante, cabe decir que, a lo largo del análisis, ninguno de los demás proveedores nos ha dado razones para pensar que pueden ser propensos a caídas o a fallos generales.
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