La capa de hielo del Ártico se encogió este año hasta un tamaño nunca antes visto debido a una aceleración alarmante del deshielo, según datos revelados ayer por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Según los datos de la organización, que actúa como uno de los principales brazos científicos de Naciones Unidas, la superficie del Ártico se redujo el 16 de septiembre pasado al mínimo desde que existen observaciones por satélite.
Ese día, el deshielo que comenzó en marzo alcanzó los 11 millones 830 mil kilómetros cuadrados, 3.3 millones más de lo que se había visto hasta ahora. Ese deshielo “extra” es comparable con el tamaño de India, aseguró la OMM en un comunicado.
El tamaño de la capa helada el día del récord mínimo (16 de septiembre) fue incluso 18 por ciento inferior al récord mínimo de dos años antes. Al presentar ayer el Estado Mundial del Clima 2012, con los resultados de todos los fenómenos meteorológicos extremos ocurridos en el mundo de enero a octubre, la OMM señaló que la situación del Ártico es una evidencia más de “los profundos trastornos que están ocurriendo en los océanos y la biosfera”.
El secretario general de la OMM, Michel Jarraud, consideró que hay que estar alarmados por el ritmo “espectacular” del deshielo –observado no sólo en el Ártico, sino también en Groenlandia– porque si bien el hielo volverá a formarse este invierno “será un hielo fino y más vulnerable a futuros deshielos”.
“Definitivamente, nuestro mensaje es que la tendencia (al encogimiento de la capa helada) no sólo continúa, sino que se acelera”, comentó el responsable de la organización científica.
Sobre el otro polo de la Tierra, el continente Antártico, la OMM indicó que éste alcanzó el pasado marzo su cuarta mayor extensión histórica –5 millones de kilómetros cuadrados– para un mes de marzo (periodo de deshielo), llegando a ser 16 por ciento mayor que la media para ese mes. En su periodo de expansión (septiembre), la Antártida registró su mayor tamaño desde 1979 hasta los 19.4 millones de kilómetros cuadrados.
Al explicarlo, Jarraud señaló que el Ártico es mucho “más sensible” que la Antártida al aumento y las variaciones de temperaturas.
El Ártico, sin embargo, es más importante para el sistema climático global, porque sin la capa de hielo del océano habría más energía solar que llegaría y calentaría el mar, reforzando así el calentamiento del planeta.
Deshielo habría provocado frío y calor extremo
Al explicar las consecuencias del deshielo del Ártico, Jarraud mencionó que, además de contribuir al aumento del nivel del mar, “puede ser una de las causas del frío extremo en Europa y en el norte de Asia al inicio de este año”. Tan sólo en Rusia la temperatura llegó a 50 grados bajo cero.
Aclaró que esto “no es incompatible con el calentamiento del planeta, sino más bien una consecuencia de este fenómeno. El calentamiento global no será uniforme”. Pero este año también se registró un aumento en la temperatura mundial, que se manifestó en intensas olas de calor. La primavera marcó récords de temperaturas en parte de Europa y Estados Unidos.
Durante la mayor parte de marzo, gran parte de ambos continentes se vio afectada por temperaturas propias del verano. Así, fue el marzo más cálido en Noruega, el segundo para Suiza, el tercero para Austria, Holanda, Reino Unido y Alemania, y el cuarto para Dinamarca. Las temperaturas promedio de enero a octubre fueron las más elevadas de que se tiene registro en Estados Unidos y las novenas más altas mundialmente.
El periodo enero-octubre fue el noveno más caluroso desde 1850. La temperatura global de la tierra y la superficie de los océanos estuvo 0.45 grados centígrados por encima de la media correspondiente a 1961-1990, de 14.2 grados.
Por otra parte, la actividad de los huracanes fue normal en el mundo, pero por encima del promedio en el Atlántico, donde diez tormentas alcanzaron intensidad de huracán, entre ellas Sandy, que causó estragos en el Caribe y las costas orientales de Estados Unidos.
Nivel del mar sube más de lo esperado
El nivel de los mares sube, por el calentamiento del globo, 60 por ciento más deprisa de lo proyectado en 2007 por el grupo de expertos de la ONU sobre clima, el GIEC, indica ayer un estudio.
Los mares suben un promedio de 3.2 mm al año, según el estudio realizado por tres especialistas del clima y publicado por la revista británica Environmental Research Letters. La proyección “más fiable” del GIEC en 2007, con datos de 2003, contemplaba una subida de 2 mm anuales hasta 2010.
En su informe de 2007, el GIEC estimó que el aumento sería de 18 a 59 cm de aquí a final de siglo, debido sobre todo a la dilatación del agua, vinculada al calentamiento. La subida podría alcanzar e incluso superar un metro, afirman ahora numerosos estudios científicos.
Una cifra considerada creíble por uno de los autores del estudio dirigido por Stefan Rahmstorf, del Instituto de Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático de Potsdam (Alemania), que sin embargo no se centra en este punto.
“Esto significa que las zonas situadas a menos de un metro por encima del nivel del mar, donde existe una gran concentración de población como en Bangladesh, van a desaparecer”, declaró uno de los autores, Grant Foster, de la sociedad estadounidense Tempo Analytics.
“Habrá millones de refugiados climáticos, y posibles guerras y todo tipo de conflictos por el acceso a los recursos”, añadió.
“En ciudades como Nueva York, los efectos son los vistos durante el huracán Sandy”, añadió.
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