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Para algunos, películas en 3D son un dolor de cabeza


Los cineastas y aficionados al deporte que estén pensando en adquirir televisores 3D deberían examinarse primero la vista o podrían sufrir dolores de cabeza, dijeron el sábado expertos de oftalmología estadounidenses.

La creciente popularidad de las cintas en tres dimensiones, como el éxito de taquilla "Avatar", de James Cameron, inspiró una serie de aparatos de televisión en 3D, presentados esta semana en la Feria de Electrónica de Las Vegas.

Y aunque la nueva tecnología ha hecho que la experiencia sea más cómoda para muchos, para algunas personas con problemas en la vista una sesión prolongada en 3D puede derivar en dolores de cabeza, comentaron.

"Hay mucha gente con problemas oculares muy pequeños, por ejemplo un leve desequilibrio muscular, que bajo circunstancias normales el cerebro resuelve con naturalidad", dijo el doctor Michael Rosenberg, profesor de oftalmología en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern de Chicago.

Pero añadió que con una película en 3D, estas personas se enfrentan con una experiencia sensorial nueva.

"Eso se traduce en un mayor esfuerzo mental, lo que hace más fácil que te duela la cabeza", sostuvo Rosenberg en una entrevista telefónica.

Con una visión normal, cada ojo ve las cosas en un ángulo ligeramente diferente.

"Cuando eso se procesa en el cerebro, crea la percepción de profundidad", dijo la doctora Deborah Friedman, profesora de oftalmología y neurología en el Centro Médico de la Universidad Rochester de Nueva York.

"La ilusión de que ves en tres dimensiones en el cine no está calibrada exactamente de la misma forma que lo están tus ojos y tu cerebro. Si tus ojos no están muy bien estarás lanzando un gran esfuerzo que tu cerebro tiene que procesar", explicó.

Los expertos dicen que no existen estudios que evalúen la frecuencia de dolores de cabeza tras ver una película en 3D, pero Rick Heineman, portavoz de RealD, proveedor de equipos de 3D para los cines, dijo que las cefaleas y las náuseas eran las razones principales por las cuales la tecnología nunca había despegado.

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