De todos los inconvenientes asociados a los ordenadores, el ruido es uno de los que antes o después salen a relucir. Su origen es fácil de localizar, pero no de eliminar o reducir. Las partes móviles de un PC son básicamente los ventiladores y los motores de distintos componentes, como la unidad óptica o los discos duros.
Incluso sistemas aparentemente silenciosos como los de refrigeración líquida generan ruido debido a la bomba de agua y al ventilador para el radiador. Como fuente de ruido indirecto están las vibraciones que se originan en los componentes móviles, como tornillos mal ajustados, chapas metálicas o de plástico con holguras, o incluso los transformadores de alimentación.
Antes de entrar en materia y explicaros qué podemos hacer para reducir el ruido de cualquier PC queremos dar las gracias a Sistemas Ibertrónica por proporcionarnos todo el material que hemos utilizado en este práctico.
NIVEL:AVANZADO
Cómo ocultar el ruido con eficacia
Si no puedes con el enemigo, ignóralo o tápalo. Existen métodos precisamente para ocultar el ruido aunque no hayas eliminado la fuente del mismo. Ya sea para la caja entera, o para componentes por separado, existen soluciones que mejorarán el comportamiento acústico del equipo.
Paso 1. Opta por el aislamiento acústico
Una posible solución al tema del ruido no es eliminarlo, sino «taparlo». Y para ello nada mejor que un kit reductor de ruido como el que BeQuiet tiene en su catálogo. Se trata de planchas de un material fonoabsorbente que hay que instalar en la caja, con un trabajo sencillo pero tedioso de corte de las planchas para adaptarlas a los huecos y superficies del interior.
Eso sí, ten cuidado de no tapar las rejillas de ventilación de los ventiladores o tendrás problemas de temperatura en el interior. Para cortar las planchas, es suficiente con un cúter bien afilado. Y recuerda hacer un croquis en papel para planificar el trabajo antes de empezar a cortar, porque, si te equivocas, no será fácil rectificar.
Hay kits de cuatro o cinco planchas, dependiendo del tamaño de la caja, lo cual se traduce en tener que usar más o menos material. Si la caja es grande, incluso tendrás que usar dos planchas para cubrir cada una de las tapas laterales.
Es importante que el material sea lo más grueso como sea posible para que resulte más aislante. La forma de instalarlo es mediante el adhesivo que tendrás que dejar listo retirando el papel protector de una de las caras. Una vez usado, será complicado reutilizarlo.
Paso 2. Aleja el ruido
Hay una solución radical para aquellos que no quieran usar materiales fonoabsorbentes ni otras alternativas para eliminar el ruido generado por un ordenador. Esta solución implica, no tanto eliminar el ruido, sino hacer que no sea audible. Es un tanto atípica, y puede que pienses que es una artimaña poco ortodoxa, pero os podemos asegurar que funciona para la mayoría de las necesidades puramente «informáticas».
Se trata de usar una conexión de escritorio remoto atacando el equipo «gordo» desde un portátil a través de una conexión de red, preferiblemente cableada o PLC, para que la velocidad de respuesta sea la máxima que sea posible. Podrás usar la mayor parte de las aplicaciones, salvo aquellas que tengan que ver con gaming o multimedia, en las que la conexión RDC no resulta especialmente eficiente en cuanto a tasa de frames.
Para usos multimedia «remotos» puedes instalar un servidor multimedia en el equipo y conectarte a él mediante tecnología DLNA en el televisor o en una consola de videojuegos. El truco es atacar al equipo remoto desde uno silencioso, ya sea un portátil o un ordenador con una configuración modesta, con disipación pasiva, por ejemplo.
Paso 3. Aísla tu disco duro
Si es el disco el que genera más ruido del deseado, existen cajas, como la Scythe utilizada, capaces de eliminar molestos sonidos de aceleración/desaceleración de los platos, o el producido por el movimiento de los cabezales yendo de un lugar a otro.
Y lo que es más importante, también integran sistemas antivibración que aíslan la caja del disco para evitar que las vibraciones propias del giro de la unidad a elevadas velocidades se propaguen a la caja del ordenador. Se trata de cajas que también tienen como misión refrigerar el disco.
Su funcionamiento es sencillo y básicamente lo que hace la caja es ajustarse perfectamente a la superficie del disco, haciendo de disipador y al mismo tiempo aislante del ruido. Se instala en una bahía libre de 3,5’’, con mucho cuidado de atornillar bien cada fijación para que el sistema antivibración funcione correctamente.
Pásate al estado sólido
Si quieres eliminar por completo el sonido procedente del disco duro, tienes una solución radical: pasarte a un disco SSD. Sacrificarás capacidad, pues por encima de 256 Mbytes los precios de los discos de estado sólido son seriamente prohibitivos, pero eliminarás las vibraciones propias de las partes móviles (no tienen), y el de aceleración-desaceleración o movimiento de los cabezales, que no existen.
Si necesitas mayor capacidad de almacenamiento, tendrás que recurrir a unidades externas USB o a internas adicionales con tecnología magnética, o a unidades NAS en red, con la ventaja de que estas últimas podrás instalarlas en ubicaciones donde no oigas el ruido que hacen las unidades.
Decántate por la refrigeración pasiva
Hay soluciones pasivas prácticamente para sustituir la refrigeración de cualquier componente en el PC, tanto para el chipset como para el procesador o la tarjeta gráfica. En cualquier caso, la refrigeración pasiva total es complicada. Al no contar ni con un ventilador como mínimo para la caja, el calor acumulado en el interior acabará por aumentar. Y es que el aire es muy mal conductor térmico y tiende a embolsarse salvo que haya una corriente activa que lo mueva.
Paso 1. El procesador
Es complicado usar refrigeración pasiva para el microprocesador, salvo que se trate de un procesador de bajo consumo, con un TPD de menos de 45 W. Los sistemas Atom, por ejemplo, sí tienen la opción de valerse de refrigeradores pasivos, pero las CPU de sobremesa son más problemáticas.
La única solución medianamente pasiva es usar refrigeración líquida con un radiador ubicado fuera de la caja suficientemente grande como para no necesitar de ventiladores para que el agua se enfríe. Como término medio, tenemos soluciones de refrigeración líquida como la Asetek 550LC, muy fáciles de instalar como sustitutos del ventilador normal de la CPU, con un radiador que se acopla en el hueco del ventilador trasero de la caja de 12 cm de diámetro.
De este modo, se deja margen para elegir un ventilador con más libertad que en el caso de los disipadores para CPU. Si eliges un ventilador de calidad extrema, el nivel de ruido será mínimo, por debajo del nivel de ruido medio en una sala en silencio.
La instalación del bloque de agua en la CPU es similar a la de cualquier ventilador de CPU. Primero hay que colocar en su sitio la placa donde se fijarán los cuatro tornillos de sujeción, sin más complicación que ir ajustando las fijaciones de rosca progresivamente para evitar que haya mucha presión en una esquina de la CPU y poca en el resto. No te olvides de la pasta térmica.
Paso 2. El chipset
Contrariamente a lo que se pueda pensar, el chipset se calienta, y mucho. Generalmente, los fabricantes usan sistemas pasivos para solventar su refrigeración, pero en muchos casos ofrecen también un ventilador adicional para instalar encima en caso de que la temperatura suba mucho. La solución que proponemos es de tipo pasivo también, pero mucho más eficiente, gracias a su excelente radiador y sistema de heat pipes de contacto directo.
Como paso previo, tendrás que quitar el disipador que ya hubiera para instalar el Xigmatek en su lugar con cuidado para que la unión entre el heat pipe y el chip sea firme. Debido a su altura, puede que haya conflictos con otros componentes en el PC; tenlo en cuenta. Y no te olvides de poner algo de masilla térmica en el chip, sin que rebose.
Paso 3. La tarjeta gráfica
Las soluciones pasivas para la tarjeta gráfica son difíciles de implementar debido a las extremas exigencias que los modelos de gama alta tienen en cuanto a disipación de calor. Pero si eliges una tarjeta de gama media o baja, puedes sustituir el ventilador integrado por una solución pasiva con relativa facilidad sin comprometer la temperatura del sistema.
El primer paso es quitar el sistema de refrigeración instalado. No es tan complicado como parece y pasa por encontrar los fijadores de plástico o los tornillos de sujeción y retirarlos para dejar al descubierto el PCB. Luego tienes que identificar los chips de memoria e instalar los disipadores incluidos en los kits o comprados aparte.
En este caso, con el kit Zalman VNF100 vienen de serie. El último paso es instalar el soporte para el disipador y el disipador propiamente dicho. En esta ocasión, se usa un sistema de heat pipes muy eficiente. Y no te olvides de la masilla térmica; en este caso es crucial.
Paso 4. La fuente de alimentación
En la fuente de alimentación suele haber un ventilador para eliminar el calor generado en las etapas de transformación de corriente alterna a continua. Y este ventilador puede ser el que desbarate un plan de reducción de ruido perfecto. Por fortuna, existen fuentes de alimentación totalmente pasivas que directamente eliminan cualquier atisbo de ruido por parte de la fuente.
En este caso, contamos con el modelo Seasonic X460FL Gold Fanless. La instalación es evidente y pasa por quitar la fuente que ya estuviese instalada y cambiarla por la nueva. El proceso es fácil, sobre todo si la solución es totalmente modular como esta. Así no habrá cables que molesten. La única precaución es hacer que encajen bien los tornillos de fijación de la fuente a la caja. Atornilla poco a poco y progresivamente todos, sin apretar completamente ninguno hasta que todos hayan enroscado. Después, conecta los cables modulares que necesiten en la fuente.
Soluciones menos ruidosas
Si tienes una tarjeta de gama alta con refrigeración estándar, puedes tratar de sustituirla por un kit con ventiladores más eficientes y silenciosos en vez de usar una solución pasiva. Arctic Cooling tiene productos muy interesantes, con soluciones capaces de disipar hasta 400 W con ventiladores optimizados en cuanto a nivel de ruido. El modelo 6990, para gráficas de doble procesador, no supera los 0,4 sone (menos de 30 dBA).
La importancia de la eficiencia
La eficiencia de la fuente indica el porcentaje de energía entrante que se convierte en energía útil para alimentar el equipo. A mayor eficiencia, menor cantidad de energía se convierte en calor en la fase de transformación, y por tanto menos calor se genera. En el caso de una fuente pasiva es crucial que la eficiencia sea muy alta. Y en este caso, el modelo de Seasonic está certificado como 80+, con un mínimo del 80% de eficiencia.
El proceso de optimización del ruido
Paso 1. Cambia los ventiladores
La clave está en elegir el diámetro adecuado: 80, 95, 120 o 140 mm son medidas estándar, pero recuerda comprobar que el nivel de ruido esté en torno a los 20 dBA o por debajo si es posible. Solo de este modo te asegurarás de que estas eligiendo una solución mejor a la que pudieras tener ya. El cambio de un ventilador no requiere excesiva habilidad, más allá de atornillar las fijaciones con cuidado de no forzar los tornillos hasta pasarlos de rosca.
Paso 2. Aislantes de goma
Allí donde haya un tornillo que fije componentes como los discos duros a la caja o a otros elementos del equipo, es posible emplazar aislantes de goma para reducir las vibraciones. Sea en los discos duros, los ventiladores o la fuente de alimentación, podrás valerte de este tipo de componentes.
Los silent blocks para ventiladores, por ejemplo, son elementos de goma que fijan el ventilador a la caja o a los disipadores absorbiendo vibraciones. Su instalación no reviste mayor complicación, salvo superar el miedo a que se rompan si se hace fuerza excesiva sobre ellos. No obstante, son más resistentes de lo que parece. Para discos duros, los mejores sistemas harán que tengas que instalar los discos en las bahías de 5,25 pulgadas en vez de en las de 3,5 pulgadas para que el sistema reductor de vibraciones quepa. En este artículo ya hemos hablado del Scythe Himuro.
Paso 3. Un Refrigerador de gama alta
Parece una contradicción, pero, en ocasiones, un sistema de refrigeración de gama alta para la CPU, con un mayor tamaño que el estándar, ofrecerá un mejor rendimiento sonoro que uno más compacto. Recuerda que a más tamaño para un ventilador, menor velocidad de giro necesita para disipar el mismo calor y, por tanto, menor ruido se genera.
Al mismo tiempo, un refrigerador con más heat pipes y aletas en el disipador hará que el ventilador tenga que girar a menos revoluciones para mantener la temperatura constante. En el caso que nos ocupa, tenemos un BeQuiet Dark Rock Pro con doble ventilador y con un nivel de ruido de solo 12 dBA para la velocidad de giro mínima.
Para controlar la temperatura en un procesador extremo, es complicado mantener la velocidad a 900 rpm; pero, para procesadores convencionales, sí se podrá obtener este tipo de rendimiento. A 1.250 rpm el nivel de ruido es de menos de 20 dBA, dentro del objetivo marcado.
La instalación de este refrigerador pasa por elegir el adaptador adecuado al tipo de zócalo que tengamos, instalar la base de fijación en la parte inferior de la placa y atornillar las cuatro esquinas para fijarlo correctamente. Como siempre, recuerda usar masilla térmica.
Trucos
En qué dirección sopla un ventilador
Para saber qué orientación es la correcta para un ventilador, necesitas saber en qué dirección expulsa el aire. Para averiguarlo, puedes pegar una tira fina de papel de cocina en el marco y ver hacia donde apunta cuando gire. O bien moja el dedo y compara en qué lado del ventilador notas más frío. Esa es la parte del ventilador hacia donde se expulsa el aire.
Limpia los ventiladores del equipo
Cada seis meses verifica si los ventiladores de los componentes del equipo están sucios. Si se acumulan pelusas, pueden obstaculizar el paso del aire y hacer que la temperatura suba y los ventiladores tengan que girar a más revoluciones de las normales. U obstaculizar el paso de aire del exterior al interior, lo cual hará que el ruido aumente.
Material utilizado en el práctico
- Reductor de ruido universal, de BeQuiet (27,41€): Conjunto formado por cinco planchas rectangulares de material fonoabsorbente con superficie adhesiva de fácil corte y manipulación. 4 planchas de 40 x 24 cm aislantes con fieltro. 1 plancha de 40 x 24 cm de espuma en panel de abeja.
- Scythe Himuro Hard Disk Cooler SCH-1000 (29,99€): Material: aluminio. Compatibilidad: discos 3,5’’ SATA/PATA. Sistema antivibraciones. 4 bloques de goma. 790 gramos.
- Asetec 550LC (53,57€): Sistema autónomo de refrigeración líquida. Radiador compatible con ventiladores de 120 mm. Base con bloque de agua integrado compatible con todos los zócalos. Bomba hasta 50.000 horas de uso, 26 dBa. Tubo: 31 cm.
- Disipador Chipset Xigmatek Porter HDT-N881 (1.343€): Tecnología: heat pipe de contacto directo.
- Zalman VGA VNF100 (23,08€): Disipador para tarjeta gráfica. Tecnología: 3 tubos de tipo heat pipe para trasladar el calor de la GPU a las láminas de aluminio donde se disipa de manera pasiva. Disipadores para memoria: sí. Dimensiones: 95 x 166 x 38,5 mm. Peso: 180 gramos.
- Seasonic X460FL Gold Fanless (129,91€): Fuente de alimentación. Potencia: 460 W. Eficiencia: 80+. Ventiladores: No tiene.
- BeQuiet Dark Pro (56,25€): Potencia máxima de disipación: 220 W. Nivel sonoro: 12.0 dBA (900 rpm) / 19.8 dBA (1.250 rpm) / 25.9 dBA (1.700 rpm). Número de heatpipes: 7 de 6 mm de diámetro. Ventilador: 2 x 12 cm, 1.700 rpm. Flujo de aire: 57,2 CFM / 93,3 m3/h al 100%. Presión del aire: 2,1 mm H2O. Peso (incluido ventiladores): 1.550 gramos
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