1.- Retira la batería
Lo primero que debes hacer cuando el smartphone se haya mojado es retirar la batería. Como hemos dicho, el agua es conductora de la electricidad pero, ¿si no hay electricidad? Efectivamente, el agua será peligrosa cuando nuestro smartphone tenga corriente eléctrica, pero cuando no la tenga, el agua no puede provocar “casi” nada. Más adelante matizaremos este casi.
En cualquier caso, si no podemos quitar la batería, sí debemos apagar el smartphone instantáneamente, pues así reducimos el posible daño que pueda causar el agua.
2.- Evita que el agua llegue a la pantalla
Una vez que hemos quitado, si ha sido posible, la batería, el agua ya solo tiene peligro si llega hasta la pantalla y se queda alojada dentro. Es imprescindible que evitemos que el agua llegue a la pantalla. Por ello, pensemos en dónde puede estar el agua dentro de nuestro smartphones, y evitemos que el teléfono se mueva demasiado. A ser posible, pongamos el teléfono inteligente bocarriba, de manera que el agua siempre tienda a salir lejos de la pantalla. Claro está, si no hemos quitado la batería, con esto podríamos hacer que el agua fuera hacia la batería. Habrá que pensar muy bien lo que hacemos, pero el objetivo será que el agua se desplace lo menos posible para que cause el menor daño posible. Obviamente, si hemos sumergido el smartphone al completo, el agua estará en casi todos lados y será necesario actuar con todavía más rapidez.
3.- Seca el smartphone
4.- Llévalo a una fuente de calor, y no lo utilices
Hasta aquí llegan muchos usuarios, y después prueban a poner la tarjeta en el móvil, la batería, y a encenderlo. Al ver que arranca correctamente, lo utilizan pensando que el smartphone se ha salvado. Como en muchos casos queda agua en su interior, lo más normal es que en cuestión de horas el smartphone haya muerto. Por ello, lo mejor es llevar el teléfono inteligente a una fuente de calor, como un calefactor en invierno, o un lugar de casa en el que dé la luz del sol en verano, y dejarlo allí varios días, cuantos más mejor. Es la mejor forma de acabar con cualquier resto de agua que pueda quedar en el smartphone. Eso sí, si lo dejas sobre un calefactor, pon algo entre medias que evite que se queme, y revisa frecuentemente si el sol no está afectando al smartphone de otro modo.
Después de este proceso, entonces puedes encender el smartphone. La mayoría de los usuarios se preocupan por si su teléfono inteligente se ha estropeado, y tratan de encenderlo lo antes posible para ver si aún funciona. Eso no tiene ningún sentido. Los dispositivos electrónicos son capaces de sobrevivir siempre y cuando se sequen de la manera correcta. Un ordenador sin pantalla podría tirarse al agua, y luego sacarse, esperar a que secara por completo, y luego volver a usar sin miedo a que se haya estropeado, siempre y cuando no quede agua en su interior. Con los smartphones existe el problema de la pantalla y de no poder retirar la batería en algunos casos, pero con estas pautas aumentaremos las probabilidades de que el smartphone sobreviva de manera muy notable.
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