Los tres libros que te marcaron la vida
Guillermo Osorno
EL UNIVERSAL
Pero ¿quién es la persona que hizo la pregunta a Enrique Peña? EsJacobo García, el corresponsal del periódico El Mundo de España.
Había terminado la presentación del libro de Peña Nieto en la Feria Internacional del Libro, de Guadalajara. “Me pareció una puesta en escena impresionante”, dijo Jacobo ayer. “Cómo manejaba las cadencias, las miradas. Había salido impactado por la presentación. Todo estaba muy bien hilado”.
Luego, el candidato del Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República se cambió de sala para dar una conferencia de prensa a los periodistas. No eran muchos: a Enrique Peña Nieto no lo habían seguido los reporteros que cubren la fuente política. La conferencia parecía transcurrir sin consecuencias. “Era una gran oportunidad de conocer al candidato, porque hasta ese momento no se le había podido ver”, dijo García. “Sólo le habían dado acceso a algunos medios extranjeros privilegiados”. Se habló de Moreira, se habló de su programa de cultura. García le preguntó sobre los tres libros que lo han marcado como político, o como persona. Y ante el asombro de todos los presentes, el candidato del PRI a la Presidencia comenzó a resbalar.
En la sala comenzaron a escucharse risas, dijo García. “Estaba acongojado. Daba pena ver cómo alguien se va metiendo en el fango. Yo miraba a los asesores, cinco o seis, que estaban en la primera fila y uno de ellos le hacía señas para que cortara… se iba complicando el asunto”.
Enrique Peña Nieto salió como pudo del embrollo, contestó dos preguntas más, dio por terminada la reunión y se retiró rápidamente del salón. Lo acompañaba un equipo de seguridad tan grande como el Estado Mayor Presidencial.
“Lo sorprendente es que ni siquiera pudo decir el título de su propio libro”, dijo García.
Los periodistas se quedaron en el salón discutiendo lo que acababan de ver. “Me ha llamado la atención la falta de respeto de Enrique Peña Nieto a la feria”, dijo García, que ha ido a la FIL los pasados seis años. “Estaba en la misma sala donde se habían presentado Elena Poniatowska, Mario Vargas Llosa y Herta Müller” (Nobel de Literatura en 2009).
En la noche, García fue a una fiesta. La gente lo trataba como un héroe.
Le pregunté cómo cree que su pregunta afecte la figura de Enrique Peña Nieto. “Yo pienso que este tipo de respuestas tienen más repercusiones a la larga”, dijo. Recordó la respuesta de Esperanza Aguirre, ex ministra de Educación y Cultura que en 2009 dijo, refiriéndose al premio Nobel portugués de literatura, que Sara Mago era una excelente pintora. “Estas cosas hacen mucho daño. Sí que acaban golpeando”.
Hablamos luego del tuit de Paulina Peña, la hija de Enrique Peña, en el que se refiere a los críticos de su padre como proletarios y pendejos. “Aunque se entiende que es la reacción de una hija agraviada, el tono y las palabras empleadas me parecen impresentables”.
Finalmente, quería saber cuál creía él, como corresponsal extranjero, que era la gran historia para reportear durante el siguiente año. “La gran historia es contarle a los españoles por qué vuelve el PRI”, dijo. “Tratar de entender qué es lo que pasa por la cabeza del votante mexicano”
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