El martes 20 de diciembre de 2011, 11:30 ,
Isabel Mayoral Jiménez / CNN Expansión
El riesgo de eventos caóticos en el proceso de saneamiento europeo mantiene activa la posibilidad de una nueva etapa recesiva global y podría propiciar el inicio de un 2012 altamente volátil, advierten analistas.
Ante ello, estiman que no hay muchos elementos que puedan generar una trayectoria marcada de baja en el tipo de cambio, que cerrará 2011 más cercano a 14 pesos por dólar, aunque se espera un menor ritmo de operación en las dos últimas semanas del presente año.
De hecho, en la más reciente encuesta del Banco de México (Banxico) entre analistas económicos, la estimación para el tipo de cambio se revisó al alza por tercera ocasión consecutiva, afectado por la alta volatilidad en los mercados financieros y la incertidumbre que ha generado la crisis de la deuda soberana en Europa, indica Scotiabank.
La crisis en la zona euro, y la elevada aversión al riesgo asociada, generarán más ganancias para el dólar en el corto y mediano plazo, a pesar de un posible paso hacia un nuevo esfuerzo de relajamiento cuantitativo en EEUU, aunque podrían atenuar tal apreciación, dicen especialistas de Banamex Citi.
Incluso, debido al contexto adverso actualizaron su pronóstico de fin de año para la cotización peso-dólar a 13.80 para 2011 y a 13.40 para 2012, desde 13.50 y 13.20 respectivamente.
El agravamiento de los problemas en Europa podría propiciar un inicio del año altamente volátil, destaca Mario Correa, economista en jefe de Scotiabank.
Para empezar, las calificadoras han anunciado que en enero realizarán las revisiones a las notas de varios países, y lo mismo podría ocurrir con bancos de la región. Adicionalmente, en la primera parte del año habrá cuantiosos vencimientos de deuda de países como España, Italia y Grecia, lo que inyectará un nerviosismo adicional a los mercados.
En 2012 los vencimientos de deuda soberana en Europa serán cercanos a 600,000 millones de euros, de los cuales 50% corresponden a bonos italianos y un 25% del total a deuda española.
"No vemos muchos elementos que puedan generar una trayectoria marcada de baja del tipo de cambio, que cerrará el año en algún nivel superior a 13.50 pesos por dólar", estima Rodolfo Campuzano, director de Análisis Económico de Invex Grupo Financiero.
La visión con relación al tipo de cambio sigue siendo la misma, indica. Esto es, México tiene una posición financiera sólida, la expectativa de menor crecimiento y el riesgo de eventos caóticos en el proceso de saneamiento europeo mantienen activo el riesgo de una nueva etapa recesiva global.
Ello presiona al peso y en general a todas las monedas emergentes. Un retorno a la calma debería reflejarse en un menor tipo de cambio. A pesar de ello, la postura de relajación monetaria que podría adoptar el Banco de México evitaría un descenso relevante por lo que a la larga la cotización se estabilice en niveles cercanos a los 13 pesos, estima en su informe semanal.
El tema de concluir el acuerdo fiscal de los países de la Unión Europea hacia principios de marzo de 2012, es otro factor que ha contribuido a la volatilidad del peso y que es posible que se mantengan en los próximos meses, puntualiza Análisis Santander.
En el caso de México, la posición especulativa del peso en Chicago aumentó en su postura en contra, al ubicarse en 831 millones de dólares, el 13 de diciembre pasado, comparado con el nivel de la semana anterior de 773 millones de dólares.
En las próximas dos semanas, es de esperarse un menor ritmo de operación en los mercados financieros debido a las vacaciones de fin de año, por lo que en ausencia de eventos específicos, podría observarse un desempeño más tranquilo en las variables financieras, resalta Mario Correa, de Scotiabank.
En sus minutas dadas a conocer el 16 de diciembre pasado, algunos de los miembros de la Junta de Gobierno de Banxico comentaron que no hay evidencia de que la depreciación haya afectado el proceso de formación de precios hasta ahora y de que el traspaso se diferente al anticipado, aunque reconocieron que debe estarse alerta ante la posibilidad de que una mayor volatilidad externa desordene al tipo de cambio.
Por otro lado, otro miembro comentó que cada vez es más difícil que se revierta la depreciación como se había previsto, y que conforme la paridad se mantenga elevada podría propiciar que los analistas comenzaran a incrementar sus pronósticos de tipo de cambio (lo que de hecho ya está ocurriendo).
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