Mile, es una amiga que conocí hace aproximadamente un año en una inauguración de un bar-restaurante muy conocido en nuestra ciudad Bogotá. Yo llegue sola por que la verdad por esos días me encontraba más solitaria que un champiñón, así que decidí sacar valentía e ir a tan nombrado sitio. Estando allí me di cuenta que la decisión que había tomado no era la mas correcta, la gran mayoría de los invitados estaban acompañados por no decir que todos, es decir estaba fuera de lugar. Al verme en tal situación recurrí a lo que toda mujer sola hace “sentarme en la barra” y pedir un delicioso pero fuerte coctel, de pronto apareció a mi lado una mejer alta, de piel bronceada, ojos color miel, pelo negro y medidas casi perfectas, toda una Barbie.
“Hola, ¿estas sola? Me pregunto ella, yo algo sorprendida respondí… “si ¿por qué?,… mientras se acomodaba en la silla del lado y con una sonrisa en su boca, me dijo…. “mucho gusto, mi nombre es Milena slava, lo que pasa es que te vi sola y…..como yo vine también sin acompañante decidí que seria buena idea hacernos compañía ¿qué te parece?”… Sonriendo le conteste que me perecía fantástico y le agradecí por su gesto de amabilidad. Esa noche no conocí al papacito buen partido que esperaba conocer, pero si conocí a la mujer mas segura de si misma, descomplicada y con una personalidad arrolladora, con toda sinceridad les confieso que Mile se convirtió en el típico modelo de mujer que quisiera ser yo, bueno….en su personalidad por que en lo físico me llevaría unos cuantos años de ejercicio acompañada de unas cuantas cirugías.
Desde entonces ella y yo hemos hecho una muy buena amistad y he conocido facetas de su vida que me sorprenden muchísimo, como por ejemplo el hecho de que para ella los famosos e incómodos “celos” NO existan, al menos eso creía yo y creo que ella también. Mile siempre ha tenido los llamados amigos con derechos (ACD), actualmente sale con Felipe un churro de aquí a la luna, se ven una que otra vez. El fin de semana pasado Mile me llamo al celular y me invito a cine, cuando nos encontramos le pregunte por Felipe, ella muy segura me dijo que él la había llamado para que se vieran pero que tenía pereza y le dijo que no, soltando una carcajada me expreso lo siguiente “hoy le di permiso para que se vea con la otra”.
Al salir del teatro fuimos a la plazoleta de comidas porque queríamos comer algo, como por arte de magia apareció Felipe a lo lejos en el mismo centro comercial, iba en compañía de una joven agarrados de las manos, Mile al verlo se enfureció de tal manera que sin pensarlo se fue detrás de él, armando un escándalo que la verdad recordarlo aún me da vergüenza. De regreso a casa lo único que expresaba enojada era“amiga… ¿que me paso?, ¿por que hice eso?, yo no soy así, a lo que respondí “celos amiga, eso se llama… ce-los” soltando una carcajada dijo “celosa… ¿yo? no que va… y menos por ese idiota, créeme amiga que eso no va conmigo, lo que pasa es que me cogió fuera de base”.
Mujeres esta historia es un ejemplo claro de que por mas relajadas y de mente abiertas seamos, siempre seremos vulnerables a los celos, asegurar que no somos celosas, para mí es una gran mentira. Mientras exista un gusto o un sentimiento de por medio ahí van a estar los molestos celos, así se tengan bien guardados y bien domesticados.
Amigas reconocer que somos celosas es sinónimo de madurez. Negarlos y tratar de esconderlos, es una actitud infantil.
No es pecado ni mucho menos vergonzoso sentir celos, es simplemente un sentimiento tan natural que es casi imposible de evitar. No está demás advertir que hay que saber manejarlo, porque tiene contraindicaciones si se le da un mal uso.
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