Hoy en día, empleamos nuestros PCs para bajarnos aplicaciones, documentos y material multimedia de todo tipo que en ocasiones se erige como nuestra principal fuente de entretenimiento.
Y mientras que con nuestra máquina estamos descargando ficheros, desde otra los están subiendo, por lo que incluso cuando no utilizamos redes P2P estamos hablando de un intercambio de información en el que intervienen siempre un mínimo de dos equipos.
Múltiples conexiones
No obstante, cuando descargamos cualquier paquete de un determinado servidor, no siempre registramos una tasa de transferencia acorde a lo que nuestra línea es capaz de aceptar. Esto es debido, entre otras, a dos posibles razones.
En primer lugar, puede que el caudal del equipo que hospeda los datos sea insuficiente para servir a la cantidad de usuarios que están realizando peticiones simultáneamente, en cuyo caso apreciaremos un descenso en la tasa de transferencia de los paquetes recibidos e incluso una pérdida de conexión. En este sentido, no debemos olvidar que el servidor reparte su ancho de banda disponible entre las peticiones que recibe.
Otras ocasiones, el servidor ha establecido en su configuración unos límites por usuario relacionados con la cantidad de datos enviados o el número de conexiones efectuadas. Para sortear estas barreras, tenemos a nuestra disposición los aceleradores, que realizarán múltiples conexiones simultáneas en el servidor emulando la actividad de varios usuarios conectados. De este modo, se logra agilizar el proceso al obtener varios bloques del fichero a la vez.
Servidores espejo
Dado que son numerosos los servidores que implementan tecnologías para limitar el número de conexiones por usuario, las aplicaciones que utilizamos para acelerar las descargas se apoyan también en otros servicios de hospedaje conectados a la Red que alojen el mismo fichero. Dado que con frecuencia un mismo archivo se encuentra replicado en varios equipos on-line dispuestos a servirlo, los gestores de descarga a menudo realizan búsquedas en listados de servidores espejo, o mirrors.
Una vez localizados otros ejemplares del archivo en cuestión, bajan simultáneamente distintos segmentos del mismo desde cada uno de los servidores. Como resultado, la descarga será más rápida pese a la limitación del número máximo de conexiones por usuario.
Renovarse o morir
No hay que olvidar que el incremento del ancho de banda a lo largo de los últimos años ha agilizado la descarga de todo tipo de ficheros, independientemente de su tamaño. Cabe decir también que algunas de las funciones que en el pasado ofrecían en exclusiva las aplicaciones dedicadas a bajar ficheros han sido incorporadas a los propios gestores de descarga que implementan los navegadores.
Por ejemplo, ahora brindan la posibilidad de pausar la descarga para reanudarla más adelante, lo que resulta muy útil cuando deseamos bajar archivos desmesuradamente grandes o cuando nuestra conexión es muy lenta.
Sin embargo, los aceleradores nos ofrecen opciones adicionales, como la de apagar el equipo cuando la descarga se haya completado, al tiempo que cuentan con la ventaja de que, como programas independientes que son, es posible lanzarlos en tareas programadas que comiencen a una determinada hora. Por otra parte, algunos de ellos han ampliado su radio de acción para abarcar otras vertientes y han aparecido propuestas para cubrir las que para muchos constituyen las dos principales fuentes de descarga: los servidores de descarga directa y la red BitTorrent.
Inconvenientes de la descarga masiva
Hoy en día, todos estamos familiarizados con servidores de hospedaje masivo comoMediaFire, Megaupload o RapidShare. Estos servicios de descarga directa han ido ganando terreno a las redes P2P, haciendo mermar el número de usuarios que acuden a ellas. Gracias a estas páginas, no hay que esperar en las colas de redes como eMule, que en ocasiones podían prolongarse durante largas horas dependiendo del número de usuarios que estuvieran compartiendo el fichero y de la cantidad de estos que intentaran bajárselo.
A cambio, con frecuencia, los servidores de descarga directa nos hacen esperar a que finalice una cuenta atrás y nos obligan a teclear un captcha, es decir, un código de verificación que certificará que la tarea no está siendo activada por un proceso automatizado. Otro inconveniente relativamente común es que, si nos bajamos varios ficheros desde un mismo servidor de descarga directa, el período a lo largo del cual se extiende la cuenta atrás irá incrementándose hasta poder abarcar más de una hora.
En definitiva, resulta innegable que este tipo de servicios han vuelto accesibles las descargas de películas, series y música incluso para los usuarios más profanos en la materia -por primera vez no es preciso instalar un programa cliente, aprender a manejarlo y gestionar los puertos del equipo para acceder a cantidades ingentes de material multimedia-. Pese a ello, lo cierto es que en la práctica resultan bastante engorrosos para aquellos que no poseen cuentas Premium.
De este modo, no es extraño que hayamos asistido al advenimiento de una nueva hornada de gestores de descarga especializados en este ámbito. Gracias JDownloader o Mipony, basta con pegar en el portapapeles los enlaces para que las descargas directas se añadan a una cola cuya gestión quedará en manos de la aplicación elegida. Esta será la que se encargue de aguardar el tiempo pertinente para, posteriormente, empezar a bajar el archivo.
En ocasiones y dependiendo del servidor de descarga, incluso rellenará el captcha por nosotros, dispensándonos de todo esfuerzo. Si descargamos varios paquetes que integran un único fichero, finalizado el proceso, estos se descomprimirán y unirán automáticamente. Si el servidor nos obliga a aguardar largo rato antes de emprender una nueva descarga, nos brinda la opción de resetear nuestra conexión a la red para que, al reconectarnos, se nos identifique como un nuevo usuario y podamos ahorrarnos la espera.
En resumidas cuentas, este tipo de gestores nos facilitan enormemente la labor hasta el punto de que resultan prácticamente imprescindibles. Y sin embargo, ¿no habíamos convenido que una de las principales ventajas de la descarga directa era que no precisábamos de una aplicación dedicada? ¿No habíamos quedado en que gracias a estas páginas nos ahorrábamos permanecer esperando en cola?
La vigencia de red BitTorrent
En la práctica, las condiciones que nos ofrece la descarga directa no distan demasiado de las que imperaban y todavía imperan en las redes P2P. Resulta comprensible, así pues, que las descargas a través de la red BitTorrent sigan gozando de excelente salud. Tanto es así que, cuando precisamos bajarnos un fichero de gran popularidad -ya se trate de un álbum de música de lanzamiento reciente o de una serie de televisión que cuenta con numerosos seguidores-, a día de hoy, sigue constituyendo la vía más rápida.
De ahí que aceleradores de descarga como FlashGet o Free Download Manager ofrezcan compatibilidad con la misma y que hayamos decidido incluir en nuestra comparativa el que, a nuestro juicio, es el mejor cliente de Torrent: uTorrent.
Cambia la descarga directa
Es importante tener presente que todo servidor de descarga directa está sujeto a cambios. En consecuencia, los gestores deben adaptarse para mantener la compatibilidad. La labor no resulta sencilla más sabiendo que algunas aplicaciones sobrepasan el centenar de páginas administradas. Así pues, aunque todas ellas descarguen actualizaciones de manera regular, cuando se efectúan cambios en un servicio no es extraño que una determinada aplicación deje de ser compatible con él durante un cierto tiempo.
Hecha esta aclaración, queremos dejar constancia de que aplicaciones tales como RDesc 2.3 o Tucan Manager 0.3 han quedado excluidas de esta comparativa por su incapacidad para gestionar algunos servicios primordiales en el momento de realizar las presentes pruebas. No obstante, cabe permanecer atentos a su evolución, pues en el pasado nos han brindado excelentes resultados, y una nueva actualización en sus bases de datos bien podría poner fin a los problemas.
Decadencia de los gestores P2P
Aun a riesgo de defraudar a los entusiastas del cliente P2P eMule, hemos decidido no incluirlo en la presente comparativa. Pese a que la aplicación sigue resultando apta para localizar y descargar material muy determinado (películas descatalogadas, álbumes de música de artistas de culto), en el momento actual la velocidad de descarga de la red ed2Kdeja mucho que desear si la comparamos con las tasas de transferencia que ofrecen los clientes de BitTorrent o los servidores de descarga directa.
La popularidad de la aplicación ha ido declinando progresivamente en favor de otras opciones, con todo lo que esto comporta en un entorno en el que el número de usuarios que comparten material resulta decisivo. Una verdadera lástima, pues tras efectuar diversas descargas empleando la versión más reciente del programa, la 0.50a, hemos podido constatar que sigue siendo ligero, muy rápido en la ejecución y más sencillo de configurar que nunca gracias al mapeo de puertos UPnP.
Por la misma razón hemos optado por dejar fuera otros desarrollos P2P, como Ares 2.1 oSoulSeek 156c. Si bien este último sigue constituyendo una excelente opción por su contenido temático (se centra casi exclusivamente en música alternativa), su utilización parece condenada a ceñirse a círculos cada vez más minoritarios.
Conoce las pruebas realizadas por PCA Lab
Puesto que la categoría que nos ocupa abarca programas muy diversos, hemos decidido englobarlos en tres subdivisiones. Por un lado, hemos puesto a prueba los aceleradores para testear dos descargas convencionales al azar, una correspondiente a la aplicación Textpad desde una ubicación HTTP y un archivo desde un sitio FTP. Lo cierto es que la velocidad de descarga se ha revelado elevadísima en todos los casos, y las diferencias de tiempo que han precisado las diversas aplicaciones han sido muy poco significativas.
Tras repetir las pruebas en algunas aplicaciones con ánimo de obtener nuevos datos que arrojaran nueva luz, hemos obtenido cifras distintas, con lo cual se ha constatado una vez más que el estado de los servidores de descarga y el estado de la conexión que nos brinda nuestro proveedor de servicios de Internet tiene más peso en la ecuación que la elección de la aplicación.
Lo mismo ha sucedido cuando hemos tratado de poner frente a frente las aplicaciones capaces de descargar archivos de la red BitTorrent, que integran nuestra segunda categoría: las cifras obtenidas han seguido variando en función del número de usuarios que compartían el archivo y del estado de la conexión del ISP, independientemente del programa que usáramos. En consecuencia, para emitir un veredicto, solo nos queda concluir que todos los programas pertenecientes a estos dos grupos realizan un buen trabajo, y basarnos en las impresiones que hemos ido cosechando a lo largo de su uso continuado.
En cuanto al tercer grupo, los gestores de descarga directa, como hemos dicho, no llevan a cabo ningún tipo de aceleración y su compatibilidad con los diversos servicios queda sujeta a las actualizaciones. Puesto que además con frecuencia sus desarrolladores no ofrecen listados de sitios compatibles, hemos juzgado injusto escoger páginas al azar y penar a aquellos programas que no las soportaran, ya que bien podían ofrecer compatibilidad con otras que no contempláramos en nuestro análisis. En definitiva, una vez más nos hemos guiado por las funcionalidades que aporta cada aplicación y por nuestra experiencia en la utilización de cada una de ellas.
La aplicación ideal
Si estuviera en nuestra mano crear un híbrido ideal entre todos los programas analizados, posiblemente optaríamos por una hipotética encarnación de uTorrent que no incluyera publicidad, que implementara un acelerador de descargas con las características deFlashGet y que fuera también capaz de trabajar con los enlaces ed2K de la red P2P eMule.
Asimismo, la aplicación debería contar con las capacidades de JDownloader para ladescarga directa y ofrecernos la posibilidad de descomprimirla en una carpeta sin instalarla, como sucede con Universal Share Downloader. Como guinda, no estaría de más que en el paquete se incluyera un plug-in para navegador con las funcionalidades de SkipScreen. Puesto que, desafortunadamente, el programa descrito no existe, para optimizar las aptitudes de nuestro equipo en este ámbito, no nos queda otro remedio que proponer una configuración en la que intervendrán diversos paquetes de los aquí analizados.
Entretanto, para acelerar las descargas convencionales, probablemente FlashGet constituyala mejor opción, pues no muestra el aluvión de publicidad a la que nos somete Download Accelerator Plus y cuenta además con la posibilidad de gestionar archivos de las dos principales redes P2P: BitTorrent y eMule.
Por otra parte, si hacemos un uso intensivo de la red BitTorrent, agregar uTorrent al equipo resulta casi imprescindible, pues nos permite un mayor control. En cualquier caso, como con toda probabilidad desearemos además bajar material desde sitios web de descarga directa, será fundamental complementar FlashGet con una aplicación especializada en este ámbito. Probablemente JDownloader resulte la más apta (pese a los avances de Mipony), y además se encuentra disponible también en una encarnación alfa portátil a través del siguiente enlace: http://jdownloader.org/news/blog/x20091104185538jdownloader-portable-apps.
Por último, si somos usuarios de FireFox, agregarle los plug-ins FlashGot y Skip-Screen nos facilitará todavía más la labor. Si bien este último resulta prescindible si ejecutamosJDownloader en segundo plano, en la práctica se revela muy útil para realizar descargas directas puntuales sin necesidad de abrir otro software.
Perfilar los programas
Con frecuencia, las aplicaciones para la descarga asignan a estos ficheros una carpeta predeterminada cuya ubicación podemos modificar. Así pues, si vamos a emplear diversos programas, lo más recomendable es editar este parámetro en todas las aplicaciones para que posteriormente podamos encontrar cualquiera de los ficheros sin dificultad.
Por último, también es aconsejable especificar un determinado ancho de banda máximo para cada aplicación, en especial si deseamos navegar mientras se completan las descargas. EnFlasGet puedes ajustarlo desplegando Tools, entrando en Options y accediendo a la pestañaDownload Settings.
En cuanto a uTorrent y JDownloader, basta con pulsar con el botón derecho del ratón sobre los iconos que agregan al extremo derecho de la barra de tareas de Windows para editarlo a través del menú contextual. Incluso si no tienes pensado navegar entretanto, especificar unos máximos contribuirá a que varios programas puedan descargar simultáneamente sin que ninguno de ellos acapare el ancho de banda.
Lo mejor: La velocidad
Incluso sin aceleradores de descarga, el ancho de banda de las conexiones con las que contamos hoy en día da como resultado que, aun en las más modestas, disfrutemos de una velocidad y una eficiencia que hace unos años resultaba impensable.
Lo peor: Instalación de varias aplicaciones
Si bien los programas analizados han realizado una excelente labor, el hecho de que tengamos que instalar y configurar varios de ellos para optimizar nuestras descargas resulta poco práctico, por lo que se echa en falta un programa que explote al máximo todos los frentes.
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