Research In Motion (RIM), la empresa canadiense responsable de los teléfonos BlackBerry, viene en picada desde hace un par de años. Con excepción de Latinoamérica, donde sus modelos aún mantienen números (apenas) rescatables, la empresa padece bajas ventas en el resto de los mercados del mundo. Fabricantes como Apple, Samsung, Nokia o HTC le han relegado a una cuota de usuarios pequeñísima, a tal grado que los analistas la declaran prácticamente como desahuciada y rumbo a la bancarrota.
Los traspiés en 2011 fueron muy variados. Ningún modelo lanzado ese año logró estremecer al mercado, y su intento en el océano de la tablets -la BlackBerry Playbook- naufragó en la odisea. Peor aún, se vio involucrada en varios escándalos al otorgar sus claves de cifrado de BlackBerry Messenger a los gobiernos de Reino Unido, India y Sudáfrica; así como la caída de su red global durante tres días en octubre. Mal manejo, pésimas decisiones y su pobre innovación han puesto en jaque (¿mate?) al titán canadiense.
Con la crisis en ciernes, RIM contempla la posibilidad de dar licencias a empresas para usar su nuevo sistema operativo móvil BlackBerry 10. ¿Qué significa esto? Que si un fabricante de celulares desea implementarlo en sus teléfonos, podrá hacerlo. La idea, al parecer, es emular a Google con Android, donde el sistema operativo no está necesariamente vinculado con una marca de smartphones -aunque sabemos, en la práctica, que algunos fabricantes están más consentidos que otros en cuestión de actualizaciones-.
La decisión de RIM parece un chiste de muy mal gusto, considerando sus antecedentes. Su sistema operativo actual (BlackBerry OS) es, probablemente, el que tiene peor usabilidad y el ecosistema de aplicaciones más frágil en la actualidad. Comparar BlackBerry OS con iOS, Android o Windows Phone 7 es como hablar de un automóvil de los años ochenta contra tres modelos recién salidos de la fábrica. En ningún rubro, este sistema operativo de BlackBerry es superior al de sus competidores.
En su momento, BlackBerry supo ganarse un lugar en el mercado gracias a tres características principales: su servicio de mensajería BlackBerry Messenger, pionero en su tiempo y con la ventaja del cifrado de conversaciones; el teclado físico, que impuso un estándar para la industria; y el concepto de 'oficina móvil', principalmente con la velocidad de su servicio de correo.
Sin embargo, las tres han sido superadas por prácticamente cualquier smartphone contemporáneo. SiRIM ha logrado sobrevivir es, en buena parte, porque el BlackBerry es una opción asequible y estable como teléfono de gama media. Ésa es la razón porque RIM ha encontrado en las economías emergentes (como México) un respiro al agobio.
Ahora, los programadores de RIM trabajan a marchas forzadas para tener listo BlackBerry 10, el sistema operativo de los nuevos modelos móviles de la marca. BlackBerry 10 adopta QNX como base, el sistema operativo empleado para la BlackBerry Playbook. De acuerdo a la información, RIMestaría en conversaciones con Samsung y HTC para que lancen modelos con BlackBerry 10. ¿En serio? A ambos les va bastante bien con Android en sus terminales, así que dudo que cedan a las peticiones de RIM.
El panorama es cada día más oscuro para RIM. En este momento, no veo razón alguna por la que un fabricante sea lo suficientemente caritativo, ingenuo o estúpido para apostar por un barco hundiéndose. A menos que BlackBerry 10 resulte ser el hito del año (algo que se antoja muy, muy difícil), dudo que un fabricante de móviles acepte el trato. ¿Para qué tener una licencia de BlackBerry si Windows Phone 7 o Android ofrecen mayor estabilidad y un ecosistema más robusto? RIM en serio, hay cosas que ni regaladas salen.
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